Encierros
El último encierro de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Peña de Tordesillas logró encajonar a cuatro morlacos en el coso de la localidad. Este supuesto, que no se había producido durante la celebración de los otros encierros, dejó un buen sabor de boca al alcalde del municipio, José Antonio González Poncela, quien volvió a pedir disculpas a los tordesillanos debido «a la poca suerte que hemos tenido este año a la hora de poder llevar los toros de los encierros mixtos hasta las calles».
Y es que el «sabotaje» que se sufrió durante el pasado fin de semana, cuando varios individuos entraron con un todoterreno en los corrales donde estaban los veinte astados, «han imposibilitado que este año los vecinos hayan podido disfrutar de unos festejos normales como en otras ediciones, ya que los toros estaban estresados y su reconducción hasta el coso desde los corrales ha sido imposible en muchos de los casos», explicó el primer edil.
Al igual que ocurriera el pasado martes, ayer los vecinos de municipio pudieron ver desfilar por las calles a cuatro toros de los desencajonados en el prado de Zarpardiel. A pesar de que esta podría ser una buena noticia, la pega que González Poncela le puso fue que «los toros salieron muy rápido en el campo y llegaron al casco urbano muy pronto por lo que pocos vecinos pudieron verlos ya que la hora programada era otra».
Para evitar que los tordesillanos se fueran a sus casas de vacío el Ayuntamiento decidió desencajonar de un camión a varios morlacos que hicieron las delicias de los aficionados. En su balance, el regidor calificó las fiestas como «buenas». Durante todos los días las calles de Tordesillas han estado plagadas de turistas y comarcanos, quienes se han acercado hasta la localidad para disfrutar del amplio programa de actividades.